Fotografía: Álex Bohe
Una mujer grita loca, desgarrada aquí en la calle,
donde hoy además ha muerto atropellado
un gato negro, chiquitito:
"¡¡tú no me quieres, pero dímelo!!"
No voy a describir el dolor generado por la imagen del gato.
Me he acercado por si era Darío, el negro de los míos,
aunque fuera imposible de todas todas.
No voy a describir el dolor que siento
al oír aullar a esa mujer
en el papel de posible yo,
saltando en la conciencia aunque la apague
como un televisor.
No voy a describir.
Ni interpretar, ni autocompletar
historias
que sólo caben dentro de mí.
No voy a describir.
No conectar.
Escribiré
tan solo/a.
A veces el drama se cuela en casa
aunque no salgas.
Alicia G.
Me gusta mucho tu decir, tu poesía.Un beso
ResponderEliminarGracias, Fiorella, siempre con un comentario atento. Te lo agradezco mucho. Un abrazo desde España.
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