Ich bin ein Berliner

























Echo de menos las sesiones, los lunes, en el Tacheles,
ver a MZ Sunday Luv pegada al micro -fuerte, delgada,
su cuerpo: un mapa hecho con tinta, entre la piel-,
sintiendo cada sílaba de las letras que canta.





















Echo de menos los cafés gourmet en el Caras
-en la Neue Schönhauser Strasse-,
mirar al cielo ansiando el sol,
que nos liemos con el skate,
las nubes grises, el acento, el carácter,
las cervezas a la orilla del Spree,
la velocidad que da una bicicleta,
los paseos eternos por la ciudad.
Hoy echo de menos Berlín, de más.
Tantas cosas que no cabe poner aquí.

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